Una sociedad de bienestar en busca de la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente son posibles con una alimentación saludable como clave principal y con un buen sistema de inspección de calidad.
El avance de políticas preventivas y el desarrollo científico centrado en la alimentación han sido factores imprescindibles para desarrollar nuevos métodos biotecnológicos de diagnóstico y control nutricional.
El objetivo principal del Plan Estratégico de la Gastronomía y Alimentación de Euskadi 2020 es producir alimentos seguros, saludables y con una calidad óptima gracias a un sistema de inspección de calidad fiable. Para conseguir esto, es necesario una implantación de controles, tanto en establecimientos como en los propios alimentos que se fabrican o venden en la CAV, que permitan comprobar la situación sanitaria para, de esta forma, tomar las decisiones óptimas.
Ahora mismo, las pérdidas económicas que puede causar la retirada de un producto para una empresa son grandes. Por ello, es necesario un sistema de inspección de calidad exhaustivo que disminuya este riesgo. De esta forma, se ofrece un producto seguro y fiable al consumidor final.
Entre los tipos de controles que se llevan a cabo encontramos el control de etiquetado -que puede optimizarse utilizando un software para impresión de etiquetas-, el sistema de información para el consumidor o el control de componentes de los alimentos.
Este sistema de inspección de calidad de los alimentos tiene como reto realizar controles según el riesgo sanitario que acompañe a cada establecimiento dedicado a la fabricación o venta de alimentos.
Las principales actividades programadas son los controles de frecuencia y de seguimiento, aunque también se realizan actividades programadas por la gestión de alertas sanitarias.
El objetivo principal de estos sistemas de inspección de calidad es verificar la adecuación de los establecimientos alimentarios acorde a la normativa vigente, garantizando así todos los principios de higiene y seguridad para el ciudadano.
Según recoge el último de los informes de salud del Gobierno Vasco (emitido en 2018), el censo de los establecimientos dedicados a la alimentación rozaba los 19.000, una cifra superior a la de los años anteriores. Sin embargo, un 79,08% de todos ellos no estaban supervisados por el sistema de inspección de calidad del CAV; siendo estos establecimientos los referidos a hostelería, carnicerías, pescaderías, panaderías no industriales, etc.
Otro tipo de sistema de inspección de calidad: APPCC o BFP
Sin embargo, además de los controles llevados a cabo por la Administración, existen otro tipo de controles como el Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos (APPCC) y el de Buenas Prácticas de Fabricación (BPF) que aseguran una mayor seguridad en los alimentos. Este control de calidad de alimentos basado en el APPCC varía según la tipología de cada empresa y también es impulsada desde el departamento de Salud.
Se trata de una información imprescindible para poder evitar todo tipo de riesgos químicos, biológicos y físicos en todo el proceso de trazabilidad de los alimentos y, de esta forma, salvaguardar la incapacidad de hacer daño a la salud con los alimentos o el agua comercializados.
Hay que tener en cuenta que el sistema de control de calidad APPCC implica un incremento considerable del coste de producción de los alimentos.
Sin embargo, son controles que deberían efectuarse de manera correcta en cada fase del proceso productivo para, así, poder garantizar el correcto estado de las materias primas destinadas a la fabricación de los productos finales. De, esta forma, se evitaría el sistema de inspección de calidad de los productos finales, disminuyendo así considerablemente su encarecimiento.
En resumen, este sistema de inspección de calidad y las certificaciones tienen como objetivo aumentar la confianza del consumidor asegurando alimentos de primera calidad.
Deia (22 de julio de 2021). Recuperado el 2 de agosto de 2021, de deia.eus: Un sistema de inspección de calidad para asegurar alimentos de primera.
